La Asociación de Daño Cerebral Sobrevenido de Castilla-La Mancha (Adace) celebra un año más el Día Nacional del Daño Cerebral Sobrevenido el próximo 26 de octubre y lo hace con la intención de trasladar a la población un mensaje sensibilizador, de reclamar ayuda, de tender su mano a las familias y afectados y, cómo no, de celebrar una jornada de humor y magia en la que pueden participar todos los vecinos de Guadalajara.
El vocal de Guadalajara de la asociación Juan José de la Cámara presentó, junto a la terapeuta de Adace en la provincia, Jimena Solano, y la psiconeuróloga Ainara Calahorra, los pormenores de la jornada de celebración, las características de la asociación y la definición de lo que es un daño cerebral sobrevenido. Para empezar, el daño cerebral sobreviene en el afectado en un momento dado de su historia vital, no nace con él. Por ejemplo, se produce por accidentes cerebrovasculares, traumatismos craneoencefálicos producto de accidentes laborales o de tráfico o, incluso, tumores cerebrales.
Una vez que el paciente, gracias a los avances médicos, logra sobrevivir y es dado de alta, se convierte en una persona que puede sufrir, dependiendo de las funciones cerebrales que se hayan dañado, secuelas cognitivas, como falta de memoria, atención, planificación de la vida; secuelas a nivel motor (como hemiplejias); a nivel conductual o emocional (como desinhibición o irritabilidad...).
Este hecho hace que “cuando en una familia aparece un daño cerebral se produzcan problemas psicológicos, físicos, sensoriales, afectivos, que afectan tanto a la vida del afectado como a su familia”, argumentaba De la Cámara. Entre 800 y 1.000 afectados Por estos motivos, desde Adace quieren informar a la población afectada, que se sitúa entre 800 y 1.000 personas sólo en Guadalajara, de que tienen su sede en un aula de la antigua Escuela de Enfermería y que desde allí atienden a los afectados y a sus familias.
Sus servicios, como explicó Jimena Solano, tocan muchas facetas de la vida del paciente. Desde el Programa de Centros de Ocio terapéutico y atención prelaboral realizan acciones de psicomotricidad, gimnasia mental, laborterapia, etc. También desarrollan rutinas y trabajos de estimulación para mejorar y mantener las capacidades de los afectados con el objetivo de que tengan el mayor grado de autonomía posible. Otro programa de ocio y tiempo libre organiza salidas puntuales de los socios para que realicen tareas como, por ejemplo, realizar la compra. Por último, cuentan con un programa de vacaciones que permite que los afectados puedan conocer a otras personas en su misma situación y que sus familias disfruten de un respiro al año.
En Guadalajara exiten 50 socios de Adace –100 si contamos también a las familias– beneficiarios de todos estos servicios, lo que lleva a la asociación a invitar al resto de personas con daño cerebral sobrevenido y sus familias a contar con ellos para mejorar su día a día. Necesitan voluntarios Desde Adace solicitan la ayuda de voluntarios para realizar distintas actividades que pueden ser, como ejemplificaba De la Cámara, tan simples como leerles un libro o un periódico y tan valiosas como que sientan que pueden acceder a esas lecturas que, en algunos casos, ya no pueden efectuar por sí mismos al perder capacidades.
Además, Adace recuerda que en Guadalajara, afortunadamente, desde hace un año existe una Unidad de Daño Cerebral Sobrevenido en el Instituto de Enfermedades Neurológicas –antiguo Complejo sociosanitario de la Merced– que ofrece 24 camas para pacientes que, tras ser dados de alta, necesitan una atención multidisciplinar durante periodos que van desde los tres meses al año. Este tiempo es vital para que los afectados por un daño cerebral puedan recuperar el mayor porcentaje de capacidades a través del trabajo de neurólogos, logopedas, psicólogos, fisioterapeutas...
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