El cómico David Broncano, con una de las camisetas rojiblancas que guarda en casa, en pleno centro de Madrid.
Cómico irreverente, humorista ingenioso, monologuista inquieto… y del Atleti. David Broncano, nacido en 1984 en Santiago de Compostela pero criado en los montes de Jaén, comenzó desde pequeño a sentir curiosidad por los colores rojiblancos. Su padre colchonero apoyó sus convicciones y su abuelo madridista las reforzó, por eso de llevar la contraria. A sus 27 años, sigue fiel a una religión, la rojiblanca, que profesa desde que tiene uso de razón, y vive su pasión por el Atleti igual que la vida, con humor. Crítico con la directiva y escéptico con Manzano, confía en que su equipo recupere toda su grandeza. Pero siempre con una sonrisa en la boca.
¿De dónde le viene su afición por el Atlético?
Me viene por mi padre, que es del Atleti, pero muy light. Mi abuelo era supermadridista, y la tabarra que me pegaba me hizo reforzar la idea de mi padre.
¿Lo vive con pasión o se lo toma con calma?
Tengo épocas de darlo todo y otras más relajadas, pero lo sigo mucho. No puedo ir al campo todo lo que me gustaría por mi trabajo, ya que casi siempre las actuaciones son en fin de semana y estoy fuera de Madrid, pero si puedo, voy. Suelo ir cinco o seis veces al año.
Usted es de Jaén, tierra de muchos atléticos…
Sí. Vine de Jaén a Madrid con 18 años, pero allí ya ejercía de rojiblanco. Mi pueblo, Orcera, es muy pequeño, tiene unos 2.000 habitantes, pero hay una peña del Atleti que hizo el dueño de un bar. En Jaén hay mucho atlético, es cierto, pero no sé por qué.
¿Su alegre forma de ser tiene algo que ver con ser del Atleti?
El Atleti siempre ha tenido un ambiente festivo para muchas cosas, puede que en eso se parezca a mí.
Usted es de los que pide un Atleti para disfrutar, no para sufrir…
No he vivido la época gloriosa, pero esto que se ha extendido de los sufridores y tal, no sé si nos conviene mucho. El Atleti no ha sido un equipo de sufrir, sino de ganar, aunque en los últimos años no hayamos ganado mucho. Si el Atleti es el Pupas, entonces los del Girona…
A un cómico como usted, ¿qué es lo que no le hace nada de gracia?
No me hace gracia la gestión. Soy muy fanático, pero en las altas esferas, desde hace años, creo que lo están haciendo muy mal.
¿Y qué es lo que usted cambiaría?
Me voy a meter en un jardín… No puedo hacer propuestas concretas porque no estoy dentro, pero desde fuera creo que hay muy poco criterio. Temas económicos al margen, hay poco criterio a la hora de hacer las cosas, me parece que falta una idea común. Ahora fichamos a este, vendemos a este otro… Es todo demasiado loco.
¿Y qué le hace gracia?
Me gusta mucho la afición, el ambiente que hay en el estadio… Hay una mitología creada con los jugadores que se les trata de forma muy familiar, todo eso es entrañable.
¿No tiene ganas de hacer un monólogo sobre el Atleti? Daría mucho juego, ¿no cree?
Lo he pensado alguna vez, pero no lo he hecho. Con el fútbol pasa una cosa. La gente se vuelve loca. Aunque sea del Atleti, si hago un chiste del Atleti me quieren matar. Alguna vez he bromeado en algún teatro con el Madrid o el Barça y la gente se ofende 'un huevo'. A lo mejor acabas de decir a un tío: 'eres idiota, me he acostado con tu madre', y se ríe. Ahora, le dices: 'vaya mierda de equipo el Espanyol', y se levanta y te dice que no te metas con su equipo.
¿Recuerda alguna anécdota 'futbolística?
Sí. En 'UAU' (programa que emitió Cuatro presentado por Santi Millán) hice un sketch, hacía un personaje que iba contra la selección española. Yo a nivel personal estaba a muerte con España, pero me hacía gracia que dentro de esa euforia en todo el país, hubiera un personaje, un español ofendido, que fuese contra la selección. Era un personaje, llevaba gafas de plástico, pero la gente me insultaba incluso en el plató. Hice una parodia para el Paraguay-España, e iba de una niña paraguaya que quería dar pena para que la selección española se dejase perder. Era yo disfrazado con bigote… Pues se lió la de Dios. Los paraguayos creían que estaba ofendiendo a su país.
Vamos, que estuvo a punto de crear un conflicto diplomático…
No, no estuve a punto, se creó. Moratinos habló del tema y en el Parlamento de Paraguay hicieron una proposición para que el Gobierno español pidiera disculpas al paraguayo. La embajadora española de allí salió en la radio diciendo que era un descerebrado, salía en las portadas de los periódicos… Se lió.
¿Antimadridista?
Hombre, un poco sí, pero soy más del Atleti que antimadridista. Si en un momento dado, el Madrid se ve en Regional Preferente, yo a lo mejor lo celebro, pero primero que gane el Atleti.
Se habla del club rojiblanco, pero últimamente pasan más cosas cómicas en la otra acera...
El Madrid tiene varios jugadores propicios para los chistes. Ahora Cristiano o Mourinho y antes Guti. Da igual como sea el chiste, que si lo acabes diciendo 'como dijo Mourinho', la gente aplaude aunque no haga gracia. Es una especie de revancha. Eres consciente de que el tío es un crack y de que te va a fastidiar cuando juegues contra él, pero tú ya te has reído.
Gregorio Manzano es de su tierra, Jaén, ¿qué le parece?
Me parece un buen hombre. Me gustaría que fuese mi suegro, ser novio de su hija (no sé si tiene), porque es sensato, pero como entrenador… Correcto, sí, pero… No puedes decir nada en contra, pero tampoco emociona. Cuando se hablaba de Luis Enrique me gustaba. Probar con alguno que sorprendiese.
Este verano la afición perdió mucha ilusión que ahora parece haber recuperado. ¿Usted?
Sí. La pérdida del Kun fue la ‘hostia’, y creía que la cosa no iba a mejorar. Pensaba que íbamos a recuperar a Javi Moreno. Luego llegó Falcao, que está bien, pero a mí el que más me gustaba era Rossi.
¿Quién fue su ídolo de juventud?
Aunque no sea 'políticamente atlético', mi máximo ídolo era Laudrup. Me han gustado muchos jugadores, pero del único que he tenido un póster en la habitación o una camiseta ha sido de él. Luego del Atleti me gustaban Torres, siempre fui defensor suyo, sobre todo cuando más le criticaban; el Kun, que no hemos tenido nunca un jugador así. Estas son las estrellas, y luego me hacían gracia jugadores como Andre Frascarelli, uno de estos fichajes locos de verano. '¡Hemos traido a Andrei!', presumía con mis amigos.
¿Cuál es su primer recuerdo del Atlético de Madrid?
Creo que tengo alguno previo, pero el doblete lo tapa todo. Eso en general, y en particular, recuerdo que mi abuelo paterno, que sí era del Atleti, me contaba cosas del Metropolitano. El hombre tuvo que dejar de ir al fútbol porque tenía una dolencia cardiaca y se lo prohibió el médico. Me lo contaba muy a menudo.
¿Su primera vez en el Vicente Calderón?
No vivía en Madrid, pero venía mucho a ver a la familia, una vez al mes, y en verano pasaba más tiempo, así que supongo que algún Villa de Madrid. Del primer partido que me acuerdo bien no fue en el Calderón, fue en el Bernabéu. Además, fue el último año que les ganamos. No sé por qué mi padre me llevó, pero salí diciendo que ese año ganábamos la Liga. Y descendimos.
Usted como profeta no tiene precio.
Sí, menuda vista tengo. La cosa pintaba bien. Incluso creo que hasta diciembre o enero, el equipo iba arriba en la tabla.
En su gremio, ¿se bromea mucho con el fútbol?
Sí, pero tengo pocos apoyos. Conozco unos 200 cómicos, pero no hay mucho atlético. Será casualidad.
Desde fuera puede parecer que ser del Atleti viene bien para una profesión como la suya. En ambos casos, lo primero que hay que hacer es reírse de uno mismo…
Sí, hay que relajar un poco. Soy muy aficionado, muy atlético, pero hay que relativizar. Cuando veo el partido me vuelvo loco, pero luego si perdemos no me jode toda la semana, ni me peleo con nadie… Hay que tomárselo con calma y humor.
¿Cómo lo hace para seguir los partidos con tantas actuaciones?
Muchas veces llego ajustado o me coincide. Recuerdo la final de la Europa League. Hacía entonces un programa en Cuatro y lo grabábamos por la noche. Me trajeron una tele al camerino, retrasé mi sección hasta el final… Ese día salí con la bandera del Atleti.
¿Se ve haciendo una campaña de abonados para el Atlético?
Yo encantado, aunque con el 'palo' que he dado antes… No sé cómo la enfocaría, pero estaría bien hacerlo. No sería tremendista, ni haría algo del sufrimiento. Yo quiero ganar, no sufrir.
Como cómico, ¿cómo lleva que el Atlético se lleve siempre a la caricatura? Torrente, el gañán de las series...
Hay clubs con más gañanes, pero los conoce menos gente. Como el Atleti es muy conocido, y se contrapone con la imagen de señorío del Madrid que nos han vendido, la del vecino pobre, debe ir por ahí el tema. Hay aficionados del Madrid, del Chelsea o del Manchester mil veces más chabacanos que otro del Atleti, o por lo menos igual.
¿El fútbol le ha hecho más reír o llorar?
Mucho más reír y pasarlo bien que llorar. Me alegro mucho más cuando ganamos de lo que me enfado cuando perdemos. Me jode que baje a Segunda, pero… Me gusta que el fútbol me ayude a pasarlo bien, lo celebro mucho, pero si pierde no lo paso mal.
Y este año, ¿tocará reír o llorar?
No lo veía claro, pero tras estos primeros partidos, las sensaciones están siendo buenas. Está faltando el gol, pero creo que al final vamos a reír más que llorar. Al menos, eso espero.
Vía: Mundo Deportivo
Cómico irreverente, humorista ingenioso, monologuista inquieto… y del Atleti. David Broncano, nacido en 1984 en Santiago de Compostela pero criado en los montes de Jaén, comenzó desde pequeño a sentir curiosidad por los colores rojiblancos. Su padre colchonero apoyó sus convicciones y su abuelo madridista las reforzó, por eso de llevar la contraria. A sus 27 años, sigue fiel a una religión, la rojiblanca, que profesa desde que tiene uso de razón, y vive su pasión por el Atleti igual que la vida, con humor. Crítico con la directiva y escéptico con Manzano, confía en que su equipo recupere toda su grandeza. Pero siempre con una sonrisa en la boca.
¿De dónde le viene su afición por el Atlético?
Me viene por mi padre, que es del Atleti, pero muy light. Mi abuelo era supermadridista, y la tabarra que me pegaba me hizo reforzar la idea de mi padre.
¿Lo vive con pasión o se lo toma con calma?
Tengo épocas de darlo todo y otras más relajadas, pero lo sigo mucho. No puedo ir al campo todo lo que me gustaría por mi trabajo, ya que casi siempre las actuaciones son en fin de semana y estoy fuera de Madrid, pero si puedo, voy. Suelo ir cinco o seis veces al año.
Usted es de Jaén, tierra de muchos atléticos…
Sí. Vine de Jaén a Madrid con 18 años, pero allí ya ejercía de rojiblanco. Mi pueblo, Orcera, es muy pequeño, tiene unos 2.000 habitantes, pero hay una peña del Atleti que hizo el dueño de un bar. En Jaén hay mucho atlético, es cierto, pero no sé por qué.
¿Su alegre forma de ser tiene algo que ver con ser del Atleti?
El Atleti siempre ha tenido un ambiente festivo para muchas cosas, puede que en eso se parezca a mí.
Usted es de los que pide un Atleti para disfrutar, no para sufrir…
No he vivido la época gloriosa, pero esto que se ha extendido de los sufridores y tal, no sé si nos conviene mucho. El Atleti no ha sido un equipo de sufrir, sino de ganar, aunque en los últimos años no hayamos ganado mucho. Si el Atleti es el Pupas, entonces los del Girona…
A un cómico como usted, ¿qué es lo que no le hace nada de gracia?
No me hace gracia la gestión. Soy muy fanático, pero en las altas esferas, desde hace años, creo que lo están haciendo muy mal.
¿Y qué es lo que usted cambiaría?
Me voy a meter en un jardín… No puedo hacer propuestas concretas porque no estoy dentro, pero desde fuera creo que hay muy poco criterio. Temas económicos al margen, hay poco criterio a la hora de hacer las cosas, me parece que falta una idea común. Ahora fichamos a este, vendemos a este otro… Es todo demasiado loco.
¿Y qué le hace gracia?
Me gusta mucho la afición, el ambiente que hay en el estadio… Hay una mitología creada con los jugadores que se les trata de forma muy familiar, todo eso es entrañable.
¿No tiene ganas de hacer un monólogo sobre el Atleti? Daría mucho juego, ¿no cree?
Lo he pensado alguna vez, pero no lo he hecho. Con el fútbol pasa una cosa. La gente se vuelve loca. Aunque sea del Atleti, si hago un chiste del Atleti me quieren matar. Alguna vez he bromeado en algún teatro con el Madrid o el Barça y la gente se ofende 'un huevo'. A lo mejor acabas de decir a un tío: 'eres idiota, me he acostado con tu madre', y se ríe. Ahora, le dices: 'vaya mierda de equipo el Espanyol', y se levanta y te dice que no te metas con su equipo.
¿Recuerda alguna anécdota 'futbolística?
Sí. En 'UAU' (programa que emitió Cuatro presentado por Santi Millán) hice un sketch, hacía un personaje que iba contra la selección española. Yo a nivel personal estaba a muerte con España, pero me hacía gracia que dentro de esa euforia en todo el país, hubiera un personaje, un español ofendido, que fuese contra la selección. Era un personaje, llevaba gafas de plástico, pero la gente me insultaba incluso en el plató. Hice una parodia para el Paraguay-España, e iba de una niña paraguaya que quería dar pena para que la selección española se dejase perder. Era yo disfrazado con bigote… Pues se lió la de Dios. Los paraguayos creían que estaba ofendiendo a su país.
Vamos, que estuvo a punto de crear un conflicto diplomático…
No, no estuve a punto, se creó. Moratinos habló del tema y en el Parlamento de Paraguay hicieron una proposición para que el Gobierno español pidiera disculpas al paraguayo. La embajadora española de allí salió en la radio diciendo que era un descerebrado, salía en las portadas de los periódicos… Se lió.
¿Antimadridista?
Hombre, un poco sí, pero soy más del Atleti que antimadridista. Si en un momento dado, el Madrid se ve en Regional Preferente, yo a lo mejor lo celebro, pero primero que gane el Atleti.
Se habla del club rojiblanco, pero últimamente pasan más cosas cómicas en la otra acera...
El Madrid tiene varios jugadores propicios para los chistes. Ahora Cristiano o Mourinho y antes Guti. Da igual como sea el chiste, que si lo acabes diciendo 'como dijo Mourinho', la gente aplaude aunque no haga gracia. Es una especie de revancha. Eres consciente de que el tío es un crack y de que te va a fastidiar cuando juegues contra él, pero tú ya te has reído.
Gregorio Manzano es de su tierra, Jaén, ¿qué le parece?
Me parece un buen hombre. Me gustaría que fuese mi suegro, ser novio de su hija (no sé si tiene), porque es sensato, pero como entrenador… Correcto, sí, pero… No puedes decir nada en contra, pero tampoco emociona. Cuando se hablaba de Luis Enrique me gustaba. Probar con alguno que sorprendiese.
Este verano la afición perdió mucha ilusión que ahora parece haber recuperado. ¿Usted?
Sí. La pérdida del Kun fue la ‘hostia’, y creía que la cosa no iba a mejorar. Pensaba que íbamos a recuperar a Javi Moreno. Luego llegó Falcao, que está bien, pero a mí el que más me gustaba era Rossi.
¿Quién fue su ídolo de juventud?
Aunque no sea 'políticamente atlético', mi máximo ídolo era Laudrup. Me han gustado muchos jugadores, pero del único que he tenido un póster en la habitación o una camiseta ha sido de él. Luego del Atleti me gustaban Torres, siempre fui defensor suyo, sobre todo cuando más le criticaban; el Kun, que no hemos tenido nunca un jugador así. Estas son las estrellas, y luego me hacían gracia jugadores como Andre Frascarelli, uno de estos fichajes locos de verano. '¡Hemos traido a Andrei!', presumía con mis amigos.
¿Cuál es su primer recuerdo del Atlético de Madrid?
Creo que tengo alguno previo, pero el doblete lo tapa todo. Eso en general, y en particular, recuerdo que mi abuelo paterno, que sí era del Atleti, me contaba cosas del Metropolitano. El hombre tuvo que dejar de ir al fútbol porque tenía una dolencia cardiaca y se lo prohibió el médico. Me lo contaba muy a menudo.
¿Su primera vez en el Vicente Calderón?
No vivía en Madrid, pero venía mucho a ver a la familia, una vez al mes, y en verano pasaba más tiempo, así que supongo que algún Villa de Madrid. Del primer partido que me acuerdo bien no fue en el Calderón, fue en el Bernabéu. Además, fue el último año que les ganamos. No sé por qué mi padre me llevó, pero salí diciendo que ese año ganábamos la Liga. Y descendimos.
Usted como profeta no tiene precio.
Sí, menuda vista tengo. La cosa pintaba bien. Incluso creo que hasta diciembre o enero, el equipo iba arriba en la tabla.
En su gremio, ¿se bromea mucho con el fútbol?
Sí, pero tengo pocos apoyos. Conozco unos 200 cómicos, pero no hay mucho atlético. Será casualidad.
Desde fuera puede parecer que ser del Atleti viene bien para una profesión como la suya. En ambos casos, lo primero que hay que hacer es reírse de uno mismo…
Sí, hay que relajar un poco. Soy muy aficionado, muy atlético, pero hay que relativizar. Cuando veo el partido me vuelvo loco, pero luego si perdemos no me jode toda la semana, ni me peleo con nadie… Hay que tomárselo con calma y humor.
¿Cómo lo hace para seguir los partidos con tantas actuaciones?
Muchas veces llego ajustado o me coincide. Recuerdo la final de la Europa League. Hacía entonces un programa en Cuatro y lo grabábamos por la noche. Me trajeron una tele al camerino, retrasé mi sección hasta el final… Ese día salí con la bandera del Atleti.
¿Se ve haciendo una campaña de abonados para el Atlético?
Yo encantado, aunque con el 'palo' que he dado antes… No sé cómo la enfocaría, pero estaría bien hacerlo. No sería tremendista, ni haría algo del sufrimiento. Yo quiero ganar, no sufrir.
Como cómico, ¿cómo lleva que el Atlético se lleve siempre a la caricatura? Torrente, el gañán de las series...
Hay clubs con más gañanes, pero los conoce menos gente. Como el Atleti es muy conocido, y se contrapone con la imagen de señorío del Madrid que nos han vendido, la del vecino pobre, debe ir por ahí el tema. Hay aficionados del Madrid, del Chelsea o del Manchester mil veces más chabacanos que otro del Atleti, o por lo menos igual.
¿El fútbol le ha hecho más reír o llorar?
Mucho más reír y pasarlo bien que llorar. Me alegro mucho más cuando ganamos de lo que me enfado cuando perdemos. Me jode que baje a Segunda, pero… Me gusta que el fútbol me ayude a pasarlo bien, lo celebro mucho, pero si pierde no lo paso mal.
Y este año, ¿tocará reír o llorar?
No lo veía claro, pero tras estos primeros partidos, las sensaciones están siendo buenas. Está faltando el gol, pero creo que al final vamos a reír más que llorar. Al menos, eso espero.
Vía: Mundo Deportivo
No hay comentarios:
Publicar un comentario